Muero instantáneamente de placer en tus brazos
Renazco en la humedad de tus labios
Una fuerza extraña y permanente me ruega que a ti me entregue
Una ligera molestia de no tenerte sucumbe mis sabanas
Humedezco mis labios de deseo, y los muerdo recordando tu sudor
Mi piel se eriza de pensarte...
Creo que esta noche iré a visitarte..
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