jueves, 25 de marzo de 2010

Cafe Oscuro, por favor.

Es justo como una taza de café recien colado, de pronto entre cierras los ojos y ves como se escapa el calor en forma de humo y todo va enfriando.Por mas que colocas tu mano sobre la taza el calor quiere salir, y se esfuma entre la separación de tus dedos, y no puedes hacer más nada que dejarlo ir...
Podrias preparas otra taza, pero jamas, jamas! sabra como aquella, de esa mañana sordida pero de tan buen café.

1 comentario:

La Cátedra dijo...

Muy bueno, no pensé que Usted tuviera una faceta de escritora.