martes, 5 de junio de 2012

Adiós, poeta.

Confieso ser una mujer sensible, de labios carnosos que cuando esta nerviosa los muerde.
Una ducha me trajo hasta aquí donde pienso en dejarlo todo, mis sonrisas y lagrimas, por querer ser la diosa de tus poemas, también debo confesar que te leo incesantemente y no encuentro una palabra mal colocada excepto que no son para mi, ¿quizás llegue tarde?
Llegue tarde para un poema sobre mis caderas, o quizás la historia de amor apasionada que leo y leo, me acelera pero no me toma

una lagrima sale de mis ojos, viaja por mi mejilla, llega hasta mis labios y ahí se pierde. la otra recorre mi cuello y se desvanece en mis senos, una predicción extraña del ser, estamos constantes y presentes, y desvanecen nuestras ganas tras el cansancio y la monotonía.

No soy la perfección ni una diosa y muchos menos un deseo prohibido, soy una realidad constante, una mujer de piel canela, una niña de helados y queso crema.

Poeta, amo y odio sus letras... disculpe usted que ame su talento y odie no ser la inspiración de esas letras que me hacen llorar sin razón, disculpe usted que me adueñe de sus libros y viajo con ellos, y cuando quiero sentirme mujer son mi mejor pornografía... 

Quisiera ser hoy el titulo de su último libro, debo soltarlo poeta no leerlo mas, no esperar mas su respuesta, debo dejarlo ir, y con usted mi pasión por conocer sus senderos, por conocer su realidad, por una noche real, y no las fantasías de velas, besos llenos de labios hinchados de tanto besar, discúlpeme usted no puedo mas... 

Debo ser la inspiración de alguna historia, la sonrisa picara en la cara de alguien, debo ser la mujer desnuda que alguien ve mientras cocina,  la mancha de labial en la franela, el tacón bajo la cama, el amor en el corazón y el deseo constante por mis andares; lamento haberlo esperado tanto, pero no lamento que no respondiera, así quizás siempre me creí parte de usted, así creo que soy lo que realmente sabe que no soy...

Esta es mi carta de despedida poeta, debo tener una vida, un sueño y un camino, debo desnudarme mas seguido, debo dejar de admirarle tanto... porque mientras yo lo pienso y espero algo grandioso de usted y esa carta que nunca respondió, otro hombre me espera a mi para escribir su mejor libro, que tendrá mi nombre. 



No hay comentarios: