Como un gotero suelta lentamente una a una sus gotas....
como el niño que patea 100 veces la misma lata hasta llegar al colegio
como el tic tac del reloj mientras espera la hora
la señora que se cepilla el cabello 60 veces
como los latidos de un maratonista se hacen rápidos con la intensidad...
Así, justamente así, repetitivos y acelerados, siempre imaginé tomar una copa de vino y entrelazar mis piernas en tus caderas...
Siempre he creído en la paz sublime del amor, ese momento perfecto en el cual me callo y solo respiro, como si mi mente despegara de mi cuerpo y tan solo bailara en el aire sin tener que apurarse...
Giro mi cuerpo para verte y mi pie hace rodar la copa de vino, todo el cuerpo se humedece, el infinito olor invade nuestros sentidos... ya nada importa,bésame.
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